Cualquier tipo de inversión implica asumir algo de riesgo. Aunque esto puede sonar como algo negativo, es precisamente la existencia de ese riesgo lo que nos da la oportunidad de obtener rendimientos. Aunque nunca nos podremos librar del riesgo al 100% en nuestras inversiones, sí podemos controlarlo para asegurarnos que sea el adecuado para nuestros objetivos de inversión.
¿Cómo proteger tu portafolio?
Aunque a todos nos gustaría que fuera posible, la realidad es que nunca podemos saber qué es lo que va a suceder en el futuro. Pero lo que sí podemos hacer para defender a nuestro portafolio de lo que pueda venir es apoyarnos de la diversificación.
La lógica detrás de diversificar es muy sencilla, y se resume con el viejo refrán de no poner todos los huevos en la misma canasta. En un caso extremo, si imaginamos un portafolio concentrado en una o dos acciones, cualquier cosa que salga mal en alguna de ellas tendrá un gran impacto en el valor del portafolio. Podemos pensar que conocemos muy bien a las empresas en las que invertimos, pero aún así siempre pueden surgir cosas totalmente inesperadas que pueden tener un impacto en ellas. Como ejemplo es suficiente recordar lo que empresas como líneas aéreas o de cruceros han tenido que atravesar con la actual pandemia, o las de energía con la caída en los precios del petróleo.
Por otro lado, si imaginamos un portafolio construido con muchas acciones de empresas diferentes entre sí, todavía estará sujeto a los ciclos de crecimiento y recesión de la economía, pero si algo grave pasa con alguna de las posiciones el impacto será limitado para el portafolio en su conjunto. Probablemente tendrás incluso empresas que se benefician mientras otras pasan por momentos difíciles. Aquí de nuevo la pandemia nos deja como ejemplo el fuerte crecimiento que han tenido las empresas de comercio electrónico.
Si tienes un portafolio bien diversificado, podrá mantener su valor de mejor manera en los momentos difíciles; lo que hace más sencillo que te mantengas invertido en lugar de tener que vender posiciones para contener las pérdidas. Recuerda siempre que las inversiones son un juego de largo plazo, y la manera de tener éxito no es tratar de adivinar qué va a hacer el mercado, sino simplemente mantenerte invertido en el mercado.
¿Cómo saber si tu portafolio está bien diversificado?
En los ejemplos anteriores estuvimos hablando de invertir en acciones, pero en función de tu perfil como inversionista, tu portafolio probablemente deberá de estar conformado de otros tipos de instrumentos también.
Primero que nada, lo que debes determinar es la proporción de activos de alto riesgo (como las acciones) y de bajo riesgo (como los bonos) que quieres tener en un tu portafolio. Si eres un inversionista cauteloso que quiere evitar la posibilidad de sufrir grandes caídas, deberás optar por una mayor proporción de inversiones de bajo riesgo. Por otro lado; si no eres averso al riesgo y tienes un horizonte de inversión de varios años; el mantener una proporción de activos como las acciones te ayudará a obtener mejores rendimientos. A esto se la llama diversificación entre clases de activos.
Posteriormente, es importante que dentro de cada clase de activos también estés diversificado. Esto implica mantener posiciones de diferentes sectores de la economía; evitando que si una industria en particular pasa por un mal momento se afecte todo tu portafolio, como los ejemplos que platicamos al inicio. Esto es la diversificación sectorial.
Finalmente, muchas veces los inversionistas mantienen sus portafolios muy concentrados en posiciones de un país en particular; ya sea México, por ser el mercado que más conocen, u otros como Estados Unidos que por haber tenido un muy buen desempeño en los últimos años parece que siempre seguirán subiendo. Concentrarse así no es muy recomendable; todos los mercados del mundo atraviesan por ciclos de crecimiento y contracción, y los ganadores de una década no siempre son los ganadores de la próxima. Con una buena diversificación geográfica obtendrás buenos rendimientos con menos altibajos.
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A ponerlo en práctica
Da un repaso a tu portafolio y evalúa tus posiciones. ¿Es adecuado su nivel de riesgo para tus objetivos de inversión? ¿Notas que estás demasiado concentrado en alguna empresa, sector o país? Si la respuesta es sí, probablemente esta es una buena ocasión para hacer ajustes.
En ocasiones, podemos comenzar con un portafolio bien balanceado, pero los mismos movimientos del mercado pueden sacarlo de rumbo. Quizá alguna de tus posiciones empezó con un peso adecuado, pero después de un gran rendimiento ahora representa una alta proporción de tu cartera, por lo que puede ser recomendable rebalancear. No olvides dar seguimiento a tu portafolio para siempre mantenerlo alineado.
Por otro lado, si prefieres que alguien te ayude con el manejo de tus inversiones, puedes acercarte con nosotros para obtener un portafolio de inversión bien diversificado, a la medida de tus objetivos y siempre con el seguimiento de un equipo profesional.